LOS SUPER PODERES DE UNA MAMÁ
No se porqué, pero cuando una mujer es madre, agudiza sus sentidos, hasta límites insospechados, y aparece alguno más, haciendo parecer que hemos sido picadas por una araña o algo por el estilo y de repente tenemos “súper poderes”, convirtiéndonos en ” SUPER HEROÍNAS”.
1. EL OÍDO: Por alguna extraña razón, el oído de una mamá, se convierte en algo así como una antena parabólica o súper radar que es capaz de escuchar el mínimo ruido relacionado con el bebé, asegurando que siempre estará alerta para atender a su bebé. Una mamá escuchará cualquier gemido, queja o llanto de su bebé, desde la otra punta de la casa. No escuchará el timbre de la puerta mientras pasa el aspirador por el pasillo, pero escuchará que su bebé se atraganta, vomita, o llora. Aun soportando meses y meses sin dormir, con el agotamiento más grande que existe sobre sus espaldas, mientras duerme, la mamá escuchará al bebé y se despertará al instante. No escuchará a su marido roncar cual león de “la metro”, pero escuchará el mínimo gemido de su pequeño.
2. EL OLFATO: Es posible que este sea el sentido que menos se desarrolla pero no por ello queda atrás, casi como perros sabuesos una mamá será capaz de detectar olores, que puedan indicar alimentos en mal estado, utensilios mal lavados, y sobre todo : determinar a través del olor de las cacas de su hijo/a si tiene gases, si le sentó mal la leche o si le están saliendo los dientes.
3. EL GUSTO: Ni que decir tiene que una madre probará cualquier alimento o bebida antes de dárselo a su bebé, y conviertiendose en excelentes catadoras, podrán determinar, si algo no se debe administrar al bebé.
4. EL TACTO : Una mamá, podrá dormir en una cama diminuta, con su bebé junto a ella, y jamás de los jamases pondrá un solo pelo sobre él. Posiblemente no se mueva ni un milímetro. Ni se rozarán, por error, porque sin duda la mamá lo estará constantemente acariciando. Otra cosa que me resulta absolutamente increíble, heroico y sobrenatural, es que, de nuevo víctimas del abrumador agotamiento de los primeros meses, una mujer puede dormirse, dando el pecho a su bebé, en brazos, en el borde de un precipicio, de pié, y jamás caerá por él. Jamás el bebé caerá de sus brazos y nunca nunca sufrirá daño alguno a pesar de ni siquiera estar despierta.
5. LA VISTA: La mamá se adelantará a los acontecimientos, y verá que a su hijo le va a caer un objeto en la cabeza, cogiéndolo al vuelo. Verá donde otras personas no ven. Y mirará a su hijo/a y sólo con eso, podrá ver en su interior. De ahí la frase… ” mi madre con mirarme ya sabe lo que me ocurre”.
Ahora comprendo porque es tan especial una madre para sus hijos.
Porque, es su fiel protectora y salvadora durante el resto de sus vidas. Porque siempre estará ahí, no hará falta ni llamarla. Será la persona que más ame a ese hijo que creció en su interior y será aquella mujer…. que nunca nunca dejará de caminar al lado de sus hijos.
1. EL OÍDO: Por alguna extraña razón, el oído de una mamá, se convierte en algo así como una antena parabólica o súper radar que es capaz de escuchar el mínimo ruido relacionado con el bebé, asegurando que siempre estará alerta para atender a su bebé. Una mamá escuchará cualquier gemido, queja o llanto de su bebé, desde la otra punta de la casa. No escuchará el timbre de la puerta mientras pasa el aspirador por el pasillo, pero escuchará que su bebé se atraganta, vomita, o llora. Aun soportando meses y meses sin dormir, con el agotamiento más grande que existe sobre sus espaldas, mientras duerme, la mamá escuchará al bebé y se despertará al instante. No escuchará a su marido roncar cual león de “la metro”, pero escuchará el mínimo gemido de su pequeño.
2. EL OLFATO: Es posible que este sea el sentido que menos se desarrolla pero no por ello queda atrás, casi como perros sabuesos una mamá será capaz de detectar olores, que puedan indicar alimentos en mal estado, utensilios mal lavados, y sobre todo : determinar a través del olor de las cacas de su hijo/a si tiene gases, si le sentó mal la leche o si le están saliendo los dientes.
3. EL GUSTO: Ni que decir tiene que una madre probará cualquier alimento o bebida antes de dárselo a su bebé, y conviertiendose en excelentes catadoras, podrán determinar, si algo no se debe administrar al bebé.
4. EL TACTO : Una mamá, podrá dormir en una cama diminuta, con su bebé junto a ella, y jamás de los jamases pondrá un solo pelo sobre él. Posiblemente no se mueva ni un milímetro. Ni se rozarán, por error, porque sin duda la mamá lo estará constantemente acariciando. Otra cosa que me resulta absolutamente increíble, heroico y sobrenatural, es que, de nuevo víctimas del abrumador agotamiento de los primeros meses, una mujer puede dormirse, dando el pecho a su bebé, en brazos, en el borde de un precipicio, de pié, y jamás caerá por él. Jamás el bebé caerá de sus brazos y nunca nunca sufrirá daño alguno a pesar de ni siquiera estar despierta.
5. LA VISTA: La mamá se adelantará a los acontecimientos, y verá que a su hijo le va a caer un objeto en la cabeza, cogiéndolo al vuelo. Verá donde otras personas no ven. Y mirará a su hijo/a y sólo con eso, podrá ver en su interior. De ahí la frase… ” mi madre con mirarme ya sabe lo que me ocurre”.
Ahora comprendo porque es tan especial una madre para sus hijos.
Porque, es su fiel protectora y salvadora durante el resto de sus vidas. Porque siempre estará ahí, no hará falta ni llamarla. Será la persona que más ame a ese hijo que creció en su interior y será aquella mujer…. que nunca nunca dejará de caminar al lado de sus hijos.
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